Mi Cuarentena

© Sara Moreno
Al principio del aislamiento, en las redes sociales circulaba un texto que señalaba que aunque todos nos encontráramos navegando la misma tormeta, no todos navegábamos en el mismo barco. Y así, exactamente, creo yo que era.
En mi caso, principalmente una ama de casa, caribeña, administradora de empresas de profesión, pensadora, educadora, escritora y contadora de cuentos de nacimiento, al cuidado de dos niñas preadolescentes en Montreal, el cambio más drástico fue pasar de agendar cafés, caminatas y almuerzos estratégicamente durante la mañana para no aislarme, además de completar las tareas de la casa y estar a tiempo y disponible para recoger a las niñas del colegio y trasladarlas a sus actividades diarias, a estar acompañada todo el día por tres personas en la casa.